La competencia entre los juegos de estrategia y los de casino está ganando terreno rápidamente. El interés por ambos tipos se debe principalmente a la posibilidad de experimentar una sensación tan agradable como la excitación. Clash of Clans proporciona las mejores emociones.
Algunos creen que el juego es una versión modificada de Galaxy Life: Pocket Adventures. Aunque difieren en el estilo visual, ambos se centran en establecer una base en un entorno online permanente y luego defenderla contra otros jugadores. Al mismo tiempo, puedes atacar a tus oponentes si te apetece activarte.
Para empezar, dejemos claro que Clash of Clans no utiliza las anticuadas limitaciones de energía que son comunes a muchos otros juegos free-to-play. En cambio, la progresión depende de los suministros de oro y elixir, que se acumulan a través de las minas colocadas por los jugadores en sus campamentos. Esto tiene el efecto positivo de recompensar el esfuerzo y la dedicación, en lugar de darte un portazo en la cara en el momento en que el juego se vuelve interesante.
Por supuesto, hay un pequeño problema. Se trata de que el sistema acabe teniendo el mismo efecto que una barra energética. Si avanzas demasiado en el juego, las misiones empezarán a requerir cantidades insanas de oro o elixir, que a veces tardan días en acumularse. Y lo que es peor, algunas de ellas consisten simplemente en retirar la basura del campo de juego.
En última instancia, el objetivo es conseguir que los jugadores se desprendan y compren alguna moneda premium. De esta manera se pueden acelerar las cosas (una vez que se agota el alijo gratuito que el usuario obtiene al principio del juego), pero el diseño alterado es un recordatorio de que probablemente ha habido un sopor con una cantidad miserable de energía en este momento.
Afortunadamente, esto no significa que los jugadores tengan que esperar a que se completen las misiones. Siempre puedes salir a atacar a los goblins NPC en los mapas para un jugador, o luchar contra otros usuarios en su propio territorio. Es un gran compromiso que permite a los jugadores inexpertos practicar en desafíos más sencillos, mientras que permite a los profesionales poner a prueba su temple contra una persona viva y pensante.
Desplegar las tropas suele ser sólo cuestión de hacer clic en varios puntos de la pantalla y dejar que ellos hagan el resto del trabajo. Pero hay algo de estrategia en el despliegue real.
En su mayor parte es algo divertido, pero se ve obstaculizado por el hecho de que no hay forma de ver todo el campo de batalla hasta que todas tus tropas están desplegadas. De ahí que haya un matiz. Se basa en el hecho de que el jugador perderá todas sus tropas independientemente de si gana o pierde.
Así pues, Clash of Clans es un juego sencillo, pero esa es su fuerza, no su debilidad. Es suficiente para proporcionar sesiones rápidas e indoloras en el iPhone cuando se busca una distracción. También hay suficientes unidades diferentes para elegir en el modo de batalla para que jugar contra otros jugadores sea infinitamente gratificante.
Lo mejor de todo es que la posibilidad de luchar contra duendes NPC da a Clash of Clans una ligera ventaja sobre otros juegos de estrategia similares que se basan casi exclusivamente en las batallas entre jugadores.